viernes, 20 de enero de 2017

EL MISTERIO DEL ARTE

El arte es un conjunto de actividades humanas que en la mayoría de los casos exaltan belleza. Los mapas cerebrales responsables de la estética, la expresión de la belleza, difieren sustancialmente de los relacionados con las actividades básicas de los animales, como el apetito, la sed, el sexo, el entretenimiento, etc.

El arte puede ser conceptual, experimental, emocional o formal, entre otras opciones.

La belleza es el resultado de la observación o la creación fundamentada en la armonía, las simetrías, las asimetrías, el contraste de colores, texturas o sonidos, todo un inmenso repertorio de elementos en la paleta imaginaria del creativo.

El arte en sí mismo es un fenómeno íntimo, pero que en muchas ocasiones se comparte con más gente mediante un proceso comunicativo.

Solo los animales con cerebros muy evolucionados han desarrollado el arte. Según el paleontólogo Jordi Agustí, el arte surgió por evolución, debido a un excedente de emotividad en el cerebro del homo sapiens.

Este exceso de energía o emotividad se puede canalizar a través del arte, pero también a través de otras actividades, como el ejercicio físico, el sexo, las acciones humanitarias, etc.

El arte siempre es subjetivo. Sin la presencia humana el arte no existe. Emulando al filósofo George Berkeley podríamos preguntarnos: ¿Acaso la Mona Lisa sola en el Museo del Louvre es arte?

La estética aplica sobre conceptos mentales de diversa índole, como por ejemplo la filosofía, la ciencia o la ética.  El arte se capta a través de nuestros sentidos, como el arte musical, el plástico, el perfumístico, el cinematográfico o el gastronómico, por citar algunos de ellos.

Un caso interesante es el arte que deriva del conocimiento de la divinidad. Este concepto pertenece a la clase de los que poseen límites no bien definidos, con una cierta geometría variable. Este tipo de conceptos admiten múltiples interpretaciones y se definen dentro de un inmenso margen de variabilidad, entre el cero (la vacuidad de ciertas filosofías orientales y el infinito poder de Dios de las civilizaciones occidentales).

La divinidad está enraizada con algunas de las preguntas indecibles gödelianas, como el origen del universo. Actualmente la ciencia cree que existen dos posibilidades: o que antes de todo había la nada más absoluta o que había un infinito de otros universos o multiversos.
El arte abstracto, se inspira en ideas evanescentes, como en el caso de Mark Rothko, que, con sus enormes lienzos de colores planos, intenta establecer una conexión invisible con la divinidad. Pero la ineludible subjetividad del arte hace que no todo el mundo opine lo mismo.

El valor de lo artístico es personal e intransferible y puede oscilar entre el cero y el infinito. Para un mismo sujeto ese parámetro puede variar a lo largo de su vida. Las circunstancias económicas y la historia propia alteran en ocasiones esa percepción.

¿Puede un cerebro limitado alcanzar dimensiones superiores de entendimiento?

Una respuesta agnóstica sería no, pero una respuesta surrealista diría que se puede obrar el milagro. Estructuras sencillas pueden crear mediante la ayuda del fenómeno de la emergencia estructuras complejísimas, como por ejemplo un ser vivo. Estaríamos ante el superhombre de Nietzsche que intuyeron Arthur Clarke y Stanley Kubrick en su obra 2001: Una Odisea en el espacio.

El arte plástico adquiere momentos congelados del espacio-tiempo desde la óptica subjetiva de un determinado sujeto. Es una visión de la realidad concreta, una abstracción de la misma, que, aunque puntual, crea todo un universo de infinitos puntos y trazos en la imaginación del artista o de quién contempla el resultado de la actividad artística.

El impresionismo se basa en las leyes Chevreul de la yuxtaposición de colores complementarios.

El expresionismo se centra en la expresión máxima de emociones y sentimientos.

El surrealismo explora el alcance de nuestros sueños.

El cubismo intenta de forma conceptual representar las tres dimensiones espaciales en una superficie plana.

Otras corrientes artísticas exploran originales universos, basándose en nuevos conceptos y tecnologías. En nuestros días el genial pintor inglés David Hockney pinta paisajes de su Yorkshire con un I Pad. Luego los imprime como grandes murales. Hablamos de arte digital.

La tradición es la historia de la imaginación del artista.

Algunas ideas casi inconexas me pasan por la mente. Todas las imágenes son abstracciones. La realidad está formada por quarks y electrones, que no podemos ver. Observamos una realidad muy irreal: la luz reflejada sobre los escudos moleculares de estas partículas  elementales.

Las imágenes artísticas reflejan en ocasiones el subconsciente del artista y su entorno social y político.

El estilo es consecuencia de la descripción del artista.
La abstracción procede de la mente del artista.

Una concepción artística visible solo es buena si es excelente su ejecución.

¿Para qué sirve el arte podemos preguntarnos?
La respuesta es: para todo y para nada. Hay quien vive sin necesitar el arte y hay quién recurre al arte como hipótesis de existencia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario