sábado, 9 de diciembre de 2017

SOLSTICIO INCANDESCENTE


La muchacha se quedó pensativa. La dama, sin dejar de observarla, dijo: “La realidad se presenta a veces misteriosa, como envuelta de un halo impenetrable. También a veces tenemos la sensación de vivir episodios de nuestra vida ya vividos con anterioridad. Todo ello crea a veces una sensación ilusoria. ¿Existe de veras el mundo? ¿Cuáles son los límites de la realidad? Nuestra existencia está condicionada por la estructura química de nuestro organismo y nos gusta conocer su funcionamiento, pero ¿conocemos de qué elementos está compuesta nuestra alma? Reflexiones sobre la naturaleza íntima de la realidad nos permitirán una mayor comprensión de la realidad. Es imprescindible no dejarse engañar por cortinas de humo que esconden la naturaleza auténtica de lo percibido. Nada mejor para comprender lo que significa la complejidad de la realidad que intentar llegar a ella a través de las experiencias de personajes que han destacado de forma excepcional en alguna actividad. A través de los filtros de la realidad que todos los seres humanos poseemos el mundo se nos muestra siempre cambiante e imprevisible. Por medio del arte la realidad se presenta distorsionada, pero un poco más interesante. Picasso fue un revolucionario en el manejo de este tipo de búsqueda desesperada de un mundo soñado. La visión militar del mundo también la transforma rotundamente. ¿No podemos poner por un instante en la piel de Alejandro Magno? ¿Qué pensamientos cruzarían por su mente cuando sus bravos soldados conquistaban nuevos objetivos?”
Selena sentía la fresca brisa marina en su rostro y esto le proporcionaba una cierta paz interior. Con agrado siguió escuchando a Vanesa: “El aspecto ilusorio del mundo que lo hace tan inasible es lo que cautivó siempre a Borges. El célebre escritor argentino se pasó toda su vida, como él mismo reconoció, escribiendo un mismo libro, es decir, buscando la naturaleza última del cosmos. ¿Por qué al ser humano le preocupa tanto la otra vida si ni siquiera sabemos si verdaderamente ésta existe? Ciertamente el mundo se ve distinto desde un punto de vista religioso. Todo cambia cuando, por ejemplo, acatamos ciegamente ciertos dogmas de fe. ¿Qué nos lleva a este tipo de comportamiento? A través del hilo de los conocimientos científicos nos acercaremos poco a poco al corazón de la realidad.”
Selena estaba en sintonía con las opiniones de Vanesa y cada vez se sentía más identificada con aquella misteriosa desconocida que seguía jugando con su gargantilla, con un cierto aire ausente.  Luego la joven siguió escuchando a la mujer que recitaba una letanía con vehemencia: “Mitos, golondrinas blancas, apologías de la sinrazón, faros, cánticos de viejos profetas,  soledad, dogmas que no comprendemos, guerras que no tienen fin,  religiones sabias, atalayas de la vida, parábolas sagradas, mar, noches que se pierden en cronologías inciertas, muerte, resurrección, teologías sin sentido, logias herméticas, noche, escrituras sagradas, sangre bendita, fe en lo que no se ve, deidades aleatorias, ciencias exactas, ciencias oscuras, letanías inacabables, eslabones de vida eterna, atmósfera dorada, nubes de oro, inocencia trágica, lluvia de otoño, rocío de Mayo, rojo en lo blanco, azul en lo negro, textos abominables, libros ignorados, arte inútil, sal,  el blanco del cielo, el verde de la clorofila, el rojo de la sangre de un poeta,  el pájaro de la soledad, el tigre de rayas inciertas, la constelación que más brilla, la estrella que nunca veremos, viento, la poesía que jamás leeremos, las personas que nunca existirán,  las sombras de lo que amo, los mitos que nacen y mueren, la fugacidad del momento, la luna llena sobre mi alma, mi canto desesperado,  los instantes sublimes, la dicha que se va, mi destino, luces en la noche,  mis anhelos, la vida que brota, la vida segada, misterios insondables, injusticias infaustas, noches de vino y rosas, sueños, ensoñaciones, paraísos imaginarios, dioses apocalípticos, realidades ingenuas,  néctares en un cálices de plata, sonoridades inesperadas, perfumes jamás olidos,  especias de países lejanos, desierto de arena, oasis en la oscuridad, aguas cristalinas, ciudades imaginadas, el faro, la playa de las maravillas, misterios,  miles de faros, el faro de Alejandría, utopías, el Faro de la Realidad…”
La fuerza del discurso de Vanesa conmovió a Selena. La muchacha no podía dejar de seguir escuchando su prosa fluida: “En el solsticio de invierno reverdece la esperanza. En la cultura cristiana la celebración de la luz que renace rememora el nacimiento de Jesús. Este año la noche mágica me sorprendió en mi faro abandonado. Normalmente las lámparas reflectoras del mismo están apagadas, pero me propuse encenderlas y su luz vigorosa fue una estrella en la noche prodigiosa. Pensé que tal vez pudiese servir de guía a algún navegante perdido en la mar helada.”
El verbo sosegado de aquella enigmática dama desprendía una extraña fascinación. Amelis dormitaba junto a las dos mujeres. Vanesa siguió narrando: “Caían copos de nieve y el frío y el viento eran intensos. Estaba sola, con la única compañía de Sröhder, un gato negro y lustroso que parece surgido de un cuento de Edgar Allan Poe. A este pequeño felino le llamo así porque nunca sé si está o no está, como el célebre gato del experimento cuántico de Sröhdinger. Bajé a la playa cubierta de un tenue manto blanquecino. Sobre el mismo esbocé una silueta de mi rostro helado con un trozo de caña. Por debajo de las hendiduras del dibujo aparecía la arena negra y húmeda, impregnada de reflejos dorados. La nieve seguía cayendo y en breve mi improvisado retrato en la nieve desapareció para siempre en la noche eterna. Al regresar al faro escuche Noche de paz. Con el paso de los años la nostalgia se vuelve dulce y amarga a la vez. Níveas bolas de algodón seguían cayendo cansinamente sobre el mar, donde se deshacían como azucarillos frágiles. Todo era real e irreal en noches como aquella. Descorché una botella de cava y brindé con Sröhder por un mundo mejor, dejándome llevar por una extraña sensación que me hacía ver el mundo como incognoscible. Celebré mi insólito solsticio blanco con mi gato negro y las burbujas doradas del vino de la felicidad. Desde primera hora una idea extravagante me daba vueltas por la cabeza. Deseaba cambiar el mundo. Como en la asombrosa canción de Eric Clapton, sería maravilloso coger una estrella, hacerla brillar en mi corazón y mostrar la verdad del mismo. Es bonito pensar en esas utopías irrealizables, nacidas de nuestros sueños, como los deseos de ser luz brillante y cegadora. Como rezan las estrofas de Change the World, quisiera ser la luz del sol en tu universo. Y tú creerías que mi amor es en verdad algo maravilloso, mi niño, si yo pudiese cambiar el mundo. Desearía que la luz del Faro de la Realidad alumbrara está noche de Navidad con el hechizo y el glamour del viejo Faro de Alejandría en su época más esplendorosa, en que era guía de navegantes perdidos, de perdedores con sueños rotos y esperanza de los escépticos.”
Selena estaba aturdida. Eran asombrosas las coincidencias entre la sirena del faro y ella misma. Miró a Amelis y por un momento vio en sus ojos azules el reflejo de otro gato, éste negro y lustroso como Sröhder, el felino de Vanesa. Un escalofrió recorrió todo el cuerpo de la joven.
Una luz misteriosa, como una aurora boreal inflamada, cubrió el firmamento. Vanesa se despidió con gentileza de la soñadora e hizo un guiño de complicidad a Amelis. Su silueta se perdió entre la bruma flotante. Selena, la hija de las siete lunas, 
se quedó dormida sobre la arena, bajo el influjo de los irreales astros.

Del libro “Cautiva en un sueño infinito” de Francesc Montejo.




jueves, 23 de noviembre de 2017

DESDE LA RECOLETA: EL ENIGMA DE GARDEL


Arribé con mi esposa a Buenos Aires una madrugada no demasiada fría de agosto. El remise que nos llevó al hotel, situado en el barrio residencial de la Recoleta, tras recorrer unos cuantos kilómetros de autopista atravesó una ciudad de parpadeantes luces multicolores. Buenos Aires como reza la leyenda es una ciudad que nunca duerme. La Recoleta es alegre y majestuosa, llena de casas de estilo francés, buenos restaurantes, boutiques con estilo y grandes zonas verdes que oxigenan el ambiente.
Una de las visitas obligadas de Buenos Aires es el Museo de Carlos Gardel, ubicado en el popular arrabal de Abastos. En el citado museo, que es la casa en la que vivió el cantante con su madre, se puede seguir trayectoria del genial interprete de tangos, desde sus orígenes hasta su trágica muerte. El año 1923 el cantante adquirió la nacionalidad argentina.
Se pueden observar fotografías de su juventud en la ciudad francesa de Toulouse, donde se afirma que nació, objetos personales, se pueden escuchar todas sus canciones (más de ochocientos registros) y se puede ver, entre otros interesantes objetos, el lienzo algo descolorido que cubrió su féretro en su largo viaje desde Colombia hacia el camposanto bonaerense de “La Chacharita” el año 1935.
Estábamos esperando para asistir a una visita guiada cuando escuché que alguien relataba que habían existido dos Gardeles, uno francés y otro uruguayo, y que luego confluyeron en uno, el conocido cantante de tangos. Aquel comentario me llamó poderosamente la atención, por lo que no pude reprimirme y pregunté al autor de tal aseveración cómo aquello era posible.
 Luis, un experto en Gardel, de mirada profunda y cabellos canosos, nos explicó, bajo la atenta mirada de su mujer, que cuando Gardel era joven para librarse del servicio militar francés, a través de un amigo, se hizo con un pasaporte uruguayo. Como lugar de nacimiento pusieron Tacuarembó, y de ahí surgió el origen de la polémica. Incluso, me contó Luis, que existe un Museo Gardel en Uruguay parecido al de Buenos Aires, y que él y su esposa lo habían visitado en una ocasión.
Carlos Gardel murió en un accidente aéreo en Medellín, cuando su avión no alcanzó a despegar. El impacto de su muerte fue tremendo en Argentina y las imágenes de su entierro, proyectadas sobre una pared blanca del museo, son estremecedoras, con miles de personas llorando por el astro perdido. Gardel formaba parte del pueblo y aún hoy sigue vivo su recuerdo en el corazón de infinidad de personas de todo el orbe.
Inesperadamente a Luís le sonó el móvil durante la visita guiada, y pudimos oír con sorpresa una inmortal melodía:

           Volver con la frente marchita
           Las nieves del tiempo platearon mi sien
           Sentir que es un soplo la vida
           Que veinte años no es nada
           Que febril la mirada, errante en las sombras
           Te busca y te nombra.

Otra de las personas que formaba parte del reducido grupo de la visita aquella tarde era una colombiana que desde pequeña había oído hablar de Gardel en su ciudad. Nos confesó emocionada que cuando ella nació, en su ciudad natal, Medellín, no se hablaba de otra cosa que de la muerte de Carlos Gardel. Ese sentimiento profundo le había acompañado toda su vida.
Como expresaría más tarde Luis en un e-mail, había sido algo mágico compartir con todos los presentes aquella pequeña fracción de nuestras vidas. Carlos Gardel fue el hilo invisible de tan emotiva vivencia… Sentir que es un soplo la vida. Que veinte años no es nada

Cuando salimos al exterior del museo, el aire sonaba a tango, lloviznaba, y la brisa olía a dulce de leche.



FOTOGRAFÍAS (De arriba abajo):


            1. Cartel de una película de Carlos Gardel. (Museo Carlos Gardel/Buenos Aires)

 2. Testamento autógrafo de Carlos Gardel, 1933. (Museo Carlos Gardel/Buenos Aires)






lunes, 30 de octubre de 2017

NO DEBERÍAS PERDÉRTELO: POSGRADO DE AROMAS Y FRAGANCIAS DE LA UPC



 El aroma (saborizante o flavour) y el perfume o fragancia constituyen experiencias sensoriales íntimamente ligadas al placer, a las sensaciones (emociones y sentimientos) y a la cultura (memoria). Por este motivo el curso de aromas y fragancias de la Universidad Politécnica de Catalunya abarca, entre otros, todos esos aspectos.
 En las últimas tres décadas los aromas y los perfumes han sido elementos clave desde el punto de vista antropológico en nuestra sociedad, a través de disciplinas tan diversas como la alimentación (nutrición y dietética), la gastronomía, la industria alimentaria, la industria de los perfumes, la industria cosmética o la ciencia. Los circuitos cibernéticos del placer, las redes de asociación, los sistemas emergentes (organizaciones sin líderes) y la evolución han modulado favorablemente la asimilación de aromas y fragancias por parte del cerebro humano. Como consecuencia se ha generado una auténtica revolución en la que chefs culinarios y científicos de alto nivel han jugado un papel preponderante.
Cuando el año 1991, los investigadores americanos Linda Buck y Richard Axel publicaron en la revista Cell un artículo en el que mostraban la naturaleza de los receptores olfativos se desató un gran interés hacia el conocimiento de nuestro sentido menos estudiado por la ciencia hasta aquel momento. Posteriormente, el año 2004 los mencionados científicos recibieron por su descubrimiento el premio Nobel de Medicina.
A finales de la década de 1980, Nicholas Kurti y Hervé This trasladaron el estudio de la química a la cocina, acuñando el término gastronomía molecular. También en aquellos años un joven cocinero catalán hizo de la creatividad en estado puro su bandera de batalla. Ferrán Adrià ponía patas arriba una disciplina gobernada hasta entonces por la cocina francesa. A su vez se buscaban en todo el mundo, con gran celeridad, nuevas moléculas que sirviesen de base a la industria de los aromas alimentarios y de la perfumería.
El curso de aromas y fragancias de la UPC, no ha querido quedarse a la zaga de esos acontecimientos y desde hace más de diez años imparte contenidos que preparan a los alumnos en el conocimiento de las materias primas utilizadas en la creación de aromas y fragancias. También en dicho curso presencial se estudia la formulación de ambos tipos de composiciones, los mecanismos implicados en la percepción sensorial y los últimos avances en las ciencias de los sentidos, la aplicación de los aromas y fragancias en la industria moderna, la génesis de la creatividad, la legislación vigente de aromas y fragancias, y muchos otros aspectos relacionados con esa temática.
Asimismo, a lo largo del posgrado, los alumnos trabajan en un proyecto personal sobre la idea que prefieren, siempre de la mano de profesores del curso, que hacen de tutores. Es de destacar la presencia de la creatividad, que es una constante, en el desarrollo de tales proyectos.
El profesorado del posgrado está formado por un amplio grupo de docentes y profesionales de la industria que proporcionan un gran nivel académico a las clases.
En paralelo con la actividad educativa, el posgrado pone a disposición de la industria, en sus laboratorios e instalaciones, su profundo conocimiento científico en programas de investigación acerca de los componentes aromáticos que constituyen el perfil sensorial tanto de alimentos, como de los productos derivados de la industria de la perfumería.
Como hemos señalado al principio, no deberíamos olvidar que los aromas y las fragancias son experiencias sensoriales íntimamente ligadas al placer, a las emociones, a los sentimientos y a la cultura. El curso de la UPC supone un aprendizaje único que no deberías perdértelo.

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